El informe “Global Talent Shortage 2023”, de ManpowerGroup, señala que el 77% de las empresas en el mundo enfrentan dificultades para cubrir vacantes con profesionales calificados, el porcentaje más alto registrado en los últimos 17 años. Pero una técnica del pasado puede ayudar a resolver el problema.
La dificultad para atraer y retener profesionales cualificados se ha convertido en uno de los mayores retos globales para las empresas de todos los sectores. Varios factores contribuyen a este escenario, incluido el envejecimiento de la población, la creciente demanda de habilidades digitales y los cambios en las expectativas de los trabajadores.
El informe “Global Talent Shortage 2023”, de ManpowerGroup, señala que el 77% de las empresas en el mundo enfrentan dificultades para cubrir vacantes con profesionales calificados, el porcentaje más alto registrado en los últimos 17 años. Esta escasez tiene profundos impactos en la productividad, la innovación y la competitividad de las organizaciones.
La escasez de talento afecta a diversos sectores, desde la tecnología, la manufactura y la atención sanitaria hasta los servicios y la educación. Según el Foro Económico Mundial, la escasez de trabajadores calificados en las áreas de ciencia de datos, ciberseguridad e inteligencia artificial podría generar una brecha de 85 millones de profesionales para 2030, lo que resultaría en una pérdida de hasta 8,5 billones de dólares en ingresos anuales.
Además, los estudios muestran que el 41% de los trabajadores globales consideran dejar sus trabajos en busca de mejores condiciones, especialmente relacionadas con la flexibilidad y el equilibrio entre la vida laboral y familiar.
En este contexto, muchas empresas están reevaluando sus estrategias de atracción y retención, ofreciendo paquetes de beneficios más sólidos, salarios competitivos, programas de desarrollo profesional y entornos laborales más flexibles.
Sin embargo, incluso estas iniciativas tienen dificultades para compensar la gran demanda de talento especializado. En un mundo donde la tecnología avanza más rápido que la formación de profesionales, ¿cómo pueden las empresas afrontar esta escasez sin sacrificar la productividad y la competitividad?
Una solución puede residir en prácticas comprobadas que se remontan a un período histórico igualmente desafiante: la “formación dentro de la industria” (TWI).
Durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos enfrentó una crisis de escasez de mano de obra calificada, ya que muchos trabajadores estaban sirviendo en el campo de batalla. Para abordar este desafío, el gobierno creó el programa TWI, enfocado en capacitar rápidamente a trabajadores sin experiencia previa para desempeñar roles cruciales en la industria de guerra. TWI se basó en tres pilares: “Instrucciones de trabajo”, “Métodos de trabajo” y “Relaciones laborales”.
El objetivo era simple pero efectivo: garantizar que los supervisores pudieran enseñar de manera clara, eficiente y estandarizada y al mismo tiempo fomentaran un entorno colaborativo. Como resultado, TWI pudo capacitar rápidamente a cientos de miles de nuevos trabajadores, manteniendo alta la producción incluso con escasez de talento.
Fue este enfoque en la estandarización, la mejora continua y el compromiso de los trabajadores lo que, en años posteriores, ayudó a las empresas japonesas a aumentar su productividad durante el esfuerzo de reconstrucción de posguerra. Las prácticas TWI fueron incorporadas al Sistema de Producción Toyota, convirtiéndose en la base de lo que hoy conocemos como “Lean Management”.
El éxito de TWI, tanto en Estados Unidos como en Japón, se debió a su poder para simplificar y sistematizar el desarrollo de habilidades. Las “Instrucciones de trabajo” enseñaron a los supervisores cómo impartir conocimientos de manera precisa y eficiente, asegurando que los nuevos empleados pudieran aprender rápidamente. “Métodos de Trabajo” procesos estandarizados, que permiten a cualquier trabajador seguir un guión claro para realizar sus tareas de manera eficiente. “Relaciones en el Trabajo” se centró en desarrollar buenas prácticas de comunicación y colaboración, aumentando el compromiso y la retención de talento.
En tiempos de escasez global de talento calificado, TWI puede ser una respuesta estratégica para las empresas contemporáneas. En lugar de depender exclusivamente de profesionales especializados, las organizaciones pueden adoptar estas prácticas para desarrollar el talento internamente, creando una fuerza laboral capacitada en menos tiempo y con mayor implicación. El programa se puede ajustar a la realidad actual, donde las habilidades técnicas son complejas y las demandas del mercado cambian rápidamente.
Así como ayudó a transformar la industria durante la Segunda Guerra Mundial y la posguerra, TWI puede ofrecer a las empresas de hoy un enfoque eficaz para abordar los desafíos de atraer y retener talento, promoviendo no sólo la productividad sino también una cultura de mejora continua.
ACERCA DEL AUTOR.
Flávio Battaglia
Presidente del Lean Institute Brasil
TRANSCRIPCIÓN: Areli Álvarez Lean Construction México®