APLICACIÓN DE SCRUM Y LAS METODOLOGÍAS ÁGILES EN CONSTRUCCIÓN
Las metodologías ágiles (Scrum, XP, Kanban…) no son algo nuevo, se han utilizado desde hace tiempo en el desarrollo de productos, normalmente tecnológicos, frente a la metodología tradicional (Waterfall- En cascada). Lo que sí es nuevo, es el uso y adaptación de estos métodos de gestión en proyectos de construcción. Un buen ejemplo de ello es Last Planner System, perteneciente a la metodología Lean Construction.
INTRODUCCIÓN
En principio se hace casi impensable la aplicación de las metodologías ágiles en nuestro sector, ya que los productos de la construcción generalmente son monolineales y sin retroalimentación en su desarrollo (edificios, túneles, puentes, etc.). Pero no hay que centrase en la planificación del producto, sino en el camino hacia el desarrollo, en los procesos de cambios, con alcances adicionales y en requerimientos específicos de los clientes respecto a las dimensiones del proyecto (plazos, costos, etc.). Este puede ser el modo de aproximación para integrar las metodologías ágiles.
La adaptación de estas metodologías surge como respuesta a un nuevo entorno cambiante, muy competitivo, donde los continuos retrasos, sobrecostos y deficiencias de calidad están a la orden del día.
MANIFIESTO AGILE
Cuando hablamos de gestión ágil de proyectos, nos referimos al desarrollo de proyectos basados en el «manifesto agile»:
Los individuos y su interacción están por encima de los procesos y las herramientas.
Lo que funciona está por encima de la documentación exhaustiva.
La colaboración con el cliente está por encima de la negociación contractual.
La respuesta al cambio está por encima del seguimiento de un plan.
De su filosofía nace la entrega de valor lo antes posible al cliente, con periodos de trabajo relativamente cortos (de dos a cuatro semanas por ejemplo, llamados “sprints” en Scrum) que proporcionan como resultado un producto prototipo, usable y medible. Entonces, ¿por qué no aplicarlo a la gestión de nuestras obras?
Si analizamos las razones de ser de las metodologías ágiles en el sector tecnológico, no hay grandes diferencias entre sus problemas y los nuestros en la gestión de obras: organización, producción, planificación, costos, calidad…; y con los mismos problemas: desvíos, incertidumbre, variabilidad, cambios, entornos inestables…
Podemos aprender mucho del mundo del desarrollo del software, de su filosofía y herramientas que podemos trasladar a la gestión de obras.
En este momento, lo más atractivo de las metodologías ágiles es que enfocan la Gestión de Proyecto a las personas, se trabaja el conocimiento, “el equipo lo es todo”, y el objetivo es común: generar valor continuo para el cliente. Si ganamos, ganamos todos y si perdemos, perdemos todos.
Una de las metodologías que más está cuajando en la fase de proyecto es Scrum.
¿EN QUÉ CONSISTE SCRUM?
Definir el plazo del proyecto y seccionarlo en sprints (normalmente semanas o meses)
En cada sprint se definirá un entregable a supervisar por la propiedad o representante.
Se definirán unos roles: Product Owner, Scrum Master (líder del equipo de desarrollo) y Development Team (el equipo de desarrollo).
Unas reuniones semanales y diarias con los agentes que definen el proyecto con tiempo y tareas a comentar estandarizados.
Las tareas se reflejarán en un panel visual, así como gráficos de control y avance del proyecto.
Cada sprint es una iteración. Y hay que planificar las tareas a realizar en cada sprint por el Development Team.
Es un trabajo colaborativo y se toman las decisiones en equipo.
El Product Owner es el responsable de coordinar los requerimientos del proyecto ejecutivo. Deberá asegurar que el proyecto que vaya definiendo el Development Team cumple los requerimientos del cliente tanto a nivel de costo, plazo, definición y uso posterior.
Se trabaja con rendimientos y duraciones de tareas. Por lo tanto, la recopilación de datos será muy importante para proyectos posteriores.
El objetivo perseguido es establecer unos estándares de colaboración y ejecución definidos desde el principio con unos roles claros para garantizar un producto final (Modelo BIM) de valor con un uso efectivo de los recursos. La clave del éxito es la repetición de esta estructura diaria y semanal durante el tiempo que dure la preparación, diseño y redacción del proyecto.
Scrum actualmente se está utilizando como herramienta de gestión de proyectos en entornos donde la gestión del tiempo y del riesgo es importante, y el producto final es complejo.
En la fase de construcción se utiliza un planteamiento muy similar conocido como Last Planner. La utilización del Scrum y Last Planner en los proyectos de construcción ayudan a una implantación de Lean Construction y del Just in Time en la gestión de proyectos.
Para profundizar en estos conceptos, les recomiendo visitar mi próximo post Titulado Introducción a Lean Construction.
Adaptado de: https://miguelgarcia.me