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Foto del escritorJuan Francisco Pérez Herrera

Adaptar la cadena de suministro



La pandemia del COVID-19 es una tragedia humana, social y económica. En el mercado financiero lo calificarían como “cisne negro”, un acontecimiento con baja probabilidad de ocurrencia, pero con gran impacto en los mercados. Entre todo el revuelo que ha provocado este cisne, se ha expuesto la vulnerabilidad del sistema actual en las cadenas de suministro.


A continuación, vamos a repasar el impacto que ha supuesto este suceso en la cadena de suministro, cómo se están adaptando las empresas y, por último, cómo encaja el Modelo de Gestión Lean en el nuevo camino a seguir.


¿Qué ha ocurrido con las cadenas de valor globales y optimizadas?


El aumento de la fragmentación y la deslocalización geográfica de las compañías han provocado que las cadenas de suministro sean cada vez más complejas, más interdependientes y, como consecuencia, más vulnerables. El funcionamiento de las empresas está más expuesto a desastres naturales, el terrorismo, tensiones geopolíticas, el cambio climático y a la incertidumbre económica general. Todos estos factores son cada vez más frecuentes en medios de comunicación y en reuniones de Comité de Dirección.


La frecuencia y la gravedad de estas interrupciones es cada vez mayor y la globalización favorece que ante estos sucesos colapsen sistemas completos.


Un caso reciente fue el desastre de Japón en 2011, cuando un terremoto, seguido de un tsunami y una crisis nuclear causaron grandes interrupciones en diferentes industrias. La empresa Philips, por ejemplo, tuvo que crear un equipo especial de gestión de crisis para dar continuidad al suministro de componentes.


¿Qué ha ido mal durante el COVID-19?

  • Modelos de gestión basados sólo en costes (gran dependencia de China, “la fábrica del mundo”)

  • Falta de flexibilidad y agilidad en empresas para adaptar sus procesos.

  • La mayoría de las compañías mantienen una cultura tradicional, falta de digitalización y sin opción a teletrabajo.

  • Paros de líneas de producción por el corte de suministro de materiales ante el cierre de fronteras.

  • El confinamiento de la población ha supuesto picos de demanda superiores a las capacidades productivas.


 ¿Cuál está siendo la evolución de las cadenas de suministro?


Para enfrentar estos desafíos, los directivos buscan incorporar la resiliencia en sus cadenas de suministro. Las cadenas de suministro “elásticas” son aquellas capaces de prepararse, responder y recuperarse de interrupciones inesperadas manteniendo la continuidad de las operaciones.


En cuanto a la capacidad de recuperación de la cadena de suministro, se trata de encontrar el equilibrio entre las vulnerabilidades y las capacidades de esta. Si las capacidades de la empresa no pueden hacer frente a las vulnerabilidades, entonces tendremos una situación de riesgo.


Invertir en capacidades que no son necesarias también puede llevarnos a una situación no deseada.


Las claves para la nueva gestión de las cadenas de suministro serán la visibilidad, flexibilidad, colaboración y control.


La visibilidad comprende la capacidad de monitorear los eventos de la cadena de suministro a medida que ocurren o incluso antes de que ocurran. La flexibilidad se refiere a la capacidad de adaptarse rápidamente, la colaboración se contextualiza en las alianzas estratégicas necesarias con proveedores o socios externos, y el control se centra en la solidez de la estructura organizativa y mecanismos de monitoreo.


¿Cómo influye un modelo de gestión Lean?

El Modelo de Gestión Lean engloba a personas, procesos y tecnología con el objetivo de crear un sistema de trabajo flexible, eficiente y robusto.


El lean nos permite alcanzar la resiliencia a través de un enfoque de cadena de valor integrada.

  1. En lugar de asumir que la eficiencia se logra manteniendo ocupadas las actividades, observamos que la cadena de suministro aporta valor cuando el conjunto de etapas que la componen (abastecimiento, fabricación, logística, canales de distribución, gestión de la demanda) trabajan de forma controlada y sincronizada.

En cada etapa identificamos elementos clave que pueden ayudarnos a ganar capacidad de recuperación, como disponer de doble fuente de aprovisionamiento, capacidad de producción de reserva, mantener existencias de seguridad y mejorar la previsión de la demanda.

Cada empresa, en función de sus capacidades y de los costes en los que incurran, optan por unos elementos clave u otros.

  • En vez de suponer que los procesos están diseñados y mantenidos por expertos y que es tarea de gerencia garantizar su cumplimiento por parte de los operarios, las organizaciones que trabajan sobre la mejora continua emplean herramientas Lean como marcos de aprendizaje para desarrollar las capacidades de los trabajadores y equipos para resolver el conjunto de problemas (cultura de mejora continua).


  • Un sistema de Gestión basado en indicadores adecuados nos permite conocer en todo momento cual es la situación de nuestros procesos, si el ritmo de producción es adecuado frente al ritmo de la demanda y, ante cualquier desviación respecto a objetivos, podemos actuar rápidamente para corregirla a tiempo.


  • La tecnología jugará un papel fundamental y lo hará no solo en la mejora de procesos de fabricación, también en la digitalización y monitorización de procesos con la que poder trabajar en remoto, controlar lo que sucede en la empresa y tomar acciones cuando sea necesario (se puede y se debe digitalizar también el modelo de gestión implantado).

Un Modelo de Gestión Lean puede movilizar la contribución creativa de todos para desarrollar/mejorar procesos muy diferentes y además sostenibles en el futuro. No podemos confiar simplemente en expertos para enfrentar los desafíos, todos los miembros de una organización tenemos que ser participantes activos.



TRANSCRIPCIÓN: Ingrid Pastor · Lean Construction México®

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