En esta época de desarrollo vertiginoso de la tecnología es inadmisible que la industria de la construcción en el Perú continúe como en el pasado: con baja productividad, grandes pérdidas de dinero, propietarios (públicos o privados) descontentos y usuarios finales insatisfechos.
Usemos la tecnología
Los antiguos expedientes técnicos llenos de planos incompatibilizados entre sí, que salían a licitación con documentación incompleta en muchos sentidos y por ende con riesgos potenciales, no deben darse más con los recursos tecnológicos actualmente disponibles. Hoy tenemos la metodología del Diseño Virtual y Construcción o VDC por sus siglas en inglés (Virtual Design and Construction), desarrollado por el CIFE de la Universidad de Stanford en California, USA; que desde hace algunos años se viene imponiendo como la forma más adecuada de obtener mejores proyectos, en un tiempo y costo menor al previsto y con mayor calidad a lo esperado.
La ventaja que representa el tener toda la construcción totalmente modelada antes de ni siquiera haber empezado no tiene precedentes en nuestra industria en el mundo entero. Además, el costo comparativo de obtener este resultado versus lo que cuesta implementarlo es totalmente marginal, casi inexistente, comparado con los montos de inversión de un proyecto y los beneficios que se obtienen a través de su correcta utilización.
El VDC utiliza como herramienta fundamental el modelamiento virtual de la edificación o construcción conocido como BIM (Building Information Modeling), que equivocadamente se cree que solamente sirve para detectar interferencias entre las diferentes especialidades. Además, se apoya también basándose en estos modelos y en los datos generados por ellos, en lo que se denomina la gestión de los procesos de producción PPM (Project Production Management). Un seguimiento minucioso de la información virtual y las métricas que se generan de ambos BIM y PPM confluyen también en toma de decisiones que se dan en sesiones denominadas ICE (Integrated Concurrent Engineering) que viene a ser el gran catalizador de esta metodología.
La herramienta virtual, vista desde un enfoque totalmente diferente al que conocemos hoy en día en la mayoría de proyectos de construcción en el país, propicia una plataforma de colaboración con vistas a la mejora continua del proyecto con los aportes inclusive de los mismos usuarios finales, que sin ser especialistas pueden con la ayuda del modelo hacer grandes aportes al producto final. En la parte técnica, la gran generación de datos, permite también un valiosísimo aporte para la evaluación de alternativas de diseño y correcciones oportunas ante proyecciones de desviaciones de las metas establecidas.
La posibilidad de manejar distintas alternativas de diseño desde esta herramienta, permite además proyectarnos a aspectos que van más allá de lo relacionado netamente al proyecto. Es decir, podemos incluir también evaluaciones de los impactos en costo y mantenimiento que pudiese tener la infraestructura en su fase de operaciones, lo cual es un avance importantísimo desde todo punto de vista. Las actividades de Facility Management se ven mucho mejor respaldadas por esta metodología del VDC.
Las ventajas de tener todo el proyecto de construcción listo en su forma virtual y además prevenir con bastante anticipación todo lo correspondiente a la planificación de la operación del producto terminado, permite minimizar los errores y los desperdicios en general, tanto en la etapa de proyecto como en la de operación obteniéndose importantes economías. Estas simulaciones pueden agregar también otras variables enlazadas al modelo como el tiempo y costo, permitiendo programaciones más precisas al poder por ejemplo modelar correctamente las secuencias de los procesos constructivos y discutir alternativas de mejora de productividad a partir del modelo. Todo el potencial que se pueda aprovechar de esta metodología dependerá también del ambiente colaborativo que se genere y de la calidad de profesionales que integren el equipo de proyecto; el VDC es un campo sin límites donde todo está condicionado favorablemente.
Su aplicación en el Estado Con su aplicación, las desventajas de tener que realizar consultas por falta o incompatibilidad de información en plena etapa de ejecución de la construcción originando retrasos y sobrecostos, y obtener un resultado final del proyecto distinto al esperado, quedan de lado. El Estado obtendría productos finales satisfactorios de alta calidad en un tiempo y costo razonable, con bajísimas probabilidades de suscitar controversias legales.
Es en este último punto donde deseo recalcar la importancia de la obligatoriedad de incorporar estos estándares a toda obra del Estado. No es ningún costo adicional para nadie, ni para el Estado ni para el Contratista, todo lo contrario ambos salen favorecidos. ¿Por dónde empezar? ¿Tímidamente con la obligatoriedad de la utilización sólo del BIM o vamos más allá de este requisito? Considero que estamos en capacidad como país de exigir la aplicación de la metodología VDC para todo proyecto público por lo menos y esta incorporación debe ser total, pues si sólo planteamos el uso del BIM como ya ocurre en Chile de manera obligatoria desde el 2016, la gran mayoría en nuestro país creerá que su utilización servirá únicamente para detectar interferencias dando un mensaje muy pobre del uso y potencial real de la tecnología virtual, que no se limita solamente a ello.
El estándar básico de partida para toda licitación del Estado deberá ser de acuerdo a la naturaleza del proceso, tener el modelamiento virtual por lo menos en 5D (tiempo y costo incorporados) aceptado por el propietario siendo este un modelo obtenido a partir de uno desarrollado por el representante del Estado, o como producto de una licitación del tipo Diseño Construcción (mal llamado en nuestro país Concurso Oferta). El esfuerzo demandado inicialmente en la planificación seguramente será mayor al actual hasta mejorar la curva de aprendizaje, pero los resultados finales serán inmensamente superiores.
La ventaja que representa el tener toda la construcción totalmente modelada antes de ni siquiera haber empezado no tiene precedentes en nuestra industria en el mundo entero. Además, el costo comparativo de obtener este resultado versus lo que cuesta implementarlo es totalmente marginal, casi inexistente, comparado con los montos de inversión de un proyecto.
La sola aplicación como obligatoriedad del modelamiento virtual BIM puede incrementar la productividad del sector construcción en un orden de magnitud muy importante. En Chile lo estimaron en un veinte por ciento, en nuestro país esta cifra puede ser mayor.
La oposición al cambio que pudiese ocurrir de parte de aquellos que verían afectados sus intereses de perder importantes márgenes de ganancia por las deficiencias en los sistemas de contratación del Estado, sería el principal obstáculo a vencer. Tengo la fortuna de poder enseñar a nuevas generaciones de profesionales de ingeniería y arquitectura para quienes la tecnología es parte común de sus proyectos y que además está siendo una generación mucho mejor preparada en la utilización de herramientas de productividad, ellos junto a nosotros los que queremos el progreso del país seremos los mejores agentes de cambio.
El mito
Desde siempre la antipática frase "estamos en el Perú, no pidas eso", ha sido la expresión más grande de mediocridad que jamás he escuchado y con la que nunca estaré de acuerdo. El mito de que la aplicación de la tecnología virtual es cara es absolutamente falso, los números lo pueden hacer ustedes y comprobar que tanto para el propietario como también para el contratista es ventajoso, ello por múltiples razones como costos de oportunidad, financieros, de satisfacción del producto final, mejora de competitividad, entre otros.
Conclusiones Si seguimos haciendo las cosas de la misma manera, siempre obtendremos los mismos resultados. El reto ahora es cambiar de mentalidad, de pensar y hacer los proyectos como se están haciendo actualmente en los países más avanzados en el mundo. Las herramientas las tenemos, los conocimientos también, de parte del Estado falta la decisión, en el sector privado quienes lo han aplicado pueden dar testimonio de sus bondades.
Dependerá de cada propietario del producto final (edificación o infraestructura en general), el impulso para la utilización de esta metodología incorporada a la moderna Gerencia de proyectos, la cual no solamente implica la utilización de la tecnología, sino que conlleva a un cambio de la forma de pensar el trabajo y las relaciones en el ambiente de trabajo, es un cambio cultural. Hagamos el cambio.
Fuente:
Edición: Juan Francisco Pérez Herrera · Lean Construction México
Acerca del Autor
Justo Cabrera Villa
Ingeniero Civil de la Universidad Nacional de Ingeniería, MBA de ESAN y Certificado en Virtual Design and Construction (VDC) en Stanford University. Especializado en Dirección y Gerencia de proyectos inmobiliarios y de construcción, Consultoría, con amplia experiencia en el sector aplicando principalmente las metodologías Lean Management, VDC y PMI. Ha laborado en Graña y Montero, Cosapi, Volcán Compañía Minera S.A.A., Constructora AESA entre otras; ha colaborado con Bouygues Construction división América Latina y también en el sector público como Director General de Infraestructura en el ámbito del Ministerio de Justicia. Profesor de la Maestría en Gestión y desarrollo inmobiliario, del MBA y diversos programas de posgrado en ESAN.
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