Un proyecto de colaboración BIM no es una tarea sencilla. Esto es especialmente cierto si el proyecto en cuestión es una gran instalación (por ejemplo, un rascacielos o un hospital importante), los participantes en los proyectos carecen de la experiencia necesaria, o las necesidades BIM no están claramente definidas. Este episodio analizará tres criterios principales a tener en cuenta, y sea por parte del consultor principal, el director del proyecto o el facilitador independiente, al iniciar un proceso de colaboración basado en modelos.
...
INTRODUCCIÓN
Cuando se contrata a un equipo de proyecto para prestar un servicio, o realizar un proyecto BIM, de forma conjunta, en realidad se les está solicitando que coordinen sus procesos y reduzcan barreras en los intercambio de información. Ésta no es una tarea demasiado difícil, siempre y cuando se den los siguientes requisitos:
el cliente ha definido claramente los objetivos BIM;
los principales participantes del proyecto tienen un nivel de competencia BIM adecuado, idóneo para el cumplimiento de los objetivos BIM definidos;
existe una voluntad común de colaborar y una comprensión clara sobre cómo intercambiar información y datos.
Si no se cumple el primer criterio, cabe esperar que el proyecto se convierta un ejercicio de paciencia, compromiso e ineficacia absoluta. Sin embargo, si el cliente llega a estar bien informado a cerca de los entregables BIM que puede disponer y los requisitos que se cumplirán en cada una de estas entregas, entonces, la síntesis del proyecto puede ser clara y concisa. A continuación se muestra un mapa mental resumido de los potenciales entregables BIM, organizado en base a las Fases del ciclo de vida del proyecto (ver Episodio 10):
Para cumplir el segundo criterio, la capacidad BIM de los proveedores de servicios [1] se deben ajustar a los objetivos definidos por el cliente. Por ejemplo, si el cliente (propietario) requiere la entrega de un modelo as-built coordinado que esté de acuerdo con el sistema de gestión / mantenimiento de las instalaciones, el responsable del proyecto en cuestión deberá poseer esa capacidad. Si el cliente espera que el modelo se pueda utilizar para la fabricación en taller (por ejemplo, paneles prefabricados de hormigón o despiece de acero), entonces el responsable del proyecto deberá ser capaz [2] de ofrecer exactamente eso. Cualquier desajuste entre las necesidades BIM del cliente y las capacidades BIM de los proveedores de servicios es una gran ineficiencia – un coste innecesario en el que incurre el cliente.
Incluso si los objetivos BIM están bien definidos y los participantes en el proyecto son competentes de forma individual, se debe cumplir el tercer criterio – objetivos y flujos de trabajo comunes. Es decir, para que un gran proyecto BIM colaborativo [3] (LCBP en inglés) se inicie con éxito, el equipo de proyecto debe estar dispuesto a comunicarse, compartir el riesgo, modificar los procesos e intercambiar conocimientos. El equipo de proyecto también debe saber / aprender a trabajar juntos: qué modelar (o no modelar), qué intercambiar (o no intercambiar) y cuándo intercambiarlo. Es preciso insistir que llegar a un mutuo acuerdo sobre las herramientas de modelado / de intercambio, procesos y protocolos más eficientes es crítico. Este mutuo acuerdo puede ser ad-hoc (los problemas se resuelven a medida que surgen) o bien planificado, ejecutado y controlado. No hace falta decir que un enfoque planificado puede ser muchísimo más eficiente que las prácticas ad-hoc, sobre todo si los flujos de trabajo de colaboración están claramente representados, son razonablemente detallados y probados.
MUESTRA DE DIAGRAMA DE FLUJO
Para facilitar un ejemplo concreto de un enfoque estructurado, a continuación se presenta una muestra de diagrama de flujo de los primeros ‘pasos’ para iniciar un gran proyecto BIM colaborativo:
El diagrama de flujo anterior [4] representa lo que un facilitador BIM [5] puede utilizar para iniciar un esfuerzo de colaboración basado en un modelo. El flujo de trabajo se subdivide en tres franjas [6] e incluye un conjunto de eventos, tareas, objetos / repositorios de datos y puntos de salida, que describen una progresión lógica para aclarar los objetivos del cliente, establecer las competencias BIM y definir los objetivos y los flujos de trabajo comunes. Mientras que las tareas (rectángulos redondeados) describen las actividades esperadas del equipo que colabora, los objetos de datos enlazados a esas tareas incluyen un contenido extenso de información, que son tanto requisitos (entradas) como entregables (salidas). Estos objetos de datos pueden ser guías, manuales, listas de control o cualquier otro tipo de información estructurada que facilite la puesta en común de conocimiento y el intercambio de datos.
Los flujos de trabajo como el descrito anteriormente varían de acuerdo con las condiciones de la organización, contractuales y específicas de mercado. Sin embargo, pueden ser instrumentos – incluso si son genéricos e incompletos [7] – para aclarar los objetivos, definir pasos incrementales y, más en general, aumentar la eficiencia de un proyecto de colaboración BIM en la primera, y más importante, de sus fases.
RESUMEN
Cuando un equipo de proyecto se embarca en un proyecto colaborativo basado en un modelo, es importante tener en cuenta los siguientes principios clave:
la planificación es importante para finalizar con éxito de cualquier proyecto de construcción. Por lo tanto, no hace falta decir que una planificación temprana detallada es fundamental para grandes proyectos BIM colaborativos (LCBPs);
LCBPs son, por definición, tareas complejas. Esta complejidad debe reducirse significativamente si se quieren maximizar los beneficios BIM;
Una manera excelente de reducir la complejidad es a través de diagramas simplificados, mapas mentales y flujos de trabajo visuales. Usar un lenguaje estructurado (como BPMN) tiene sus ventajas; sin embargo cualquier tipo de representación gráfica también puede ser útil.
Finalmente, iniciar grandes proyectos BIM colaborativos en ausencia de una claridad de objetivos, competencia de los participantes y un entendimiento mutuo puede ser excesivamente exigente para el equipo. Aclarar los objetivos del cliente tan pronto como sea posible, evaluar / alinear la competencia BIM de los participantes y la utilización / desarrollo de diagramas de flujo de trabajo claros pueden reducir la complejidad del proyecto de forma significativa e incrementar su eficiencia.
REFERENCIAS.
[1] El término proveedores de servicio hace referencia a arquitectos, ingenieros, constructores/contratistas y subcontratistas mientras que el término participantes del proyecto se refiere a un amplio conjunto de actores BIM incluyendo al cliente/propiedad, operador y gestor de proyecto.
[2] Para asegurar que los proveedores de servicios BIM realmente pueden realizar lo que prometen hacer, una evaluación de capacidad/madurez es altamente recomendable (ver los episodios BIM 11, 12 y 13).
[3] Un proyecto BIM colaborativo asume el intercambio de modelos ricos de datos entre al menos dos disciplinas (ver los Episodios 8 y 10)
[4] El flujo de trabajo visual se basa en Business Process Modelling Notation (BPMN) – un lenguaje estructurado adecuado para gestión de proceso y automatización (Wikipedia link).
[5] Un Facilitador BIM es un término que describe un nuevo rol emergente diferente al de Gestor de Modelo. Los Facilitadores BIM pueden ser tanto expertos internos como asesores externos. Un futuro post tratará sobre la Facilitación BIM.
[6] Este flujo de trabajo se representa a un nivel alto y se puede subdividir en diferentes paneles y franjas adicionales para adaptarse a los roles de proyecto según proceda.
[7] Estos pasos no pueden considerarse definitivos o completos. Están destinados a ser optimizados continuamente para adaptarse a tecnologías emergentes y mejores prácticas de gestión de proyectos/conocimiento
[8] Para una discusión sobre las relaciones entre complejidad del proyecto y comunicación remitirse al informe técnico reciente de CIFE – TR196, publicado en enero de 2011 (PDF Link, 1.42MBs)
AUTOR. Publicado por Bimetriclab
TRANSCRIPCIÓN: Areli Álvarez Lean Construction México®
Comments