Dónde se esconden realmente las oportunidades de mejora: Una perspectiva Lean centrada en las personas
- Areli Alvarez Arteaga

- hace 15 minutos
- 6 Min. de lectura
En esta serie de cinco artículos, les presentaré el concepto de Mejora del Capital Laboral mediante el Esfuerzo (MCE). Mi objetivo es publicar un artículo al mes para ayudarlos a eliminar el trabajo improductivo y que les roba la vida. ¡Comencemos!
Si visitas cualquier obra en construcción, verás movimiento por todas partes. Herramientas en mano. Equipos moviendo materiales. Instaladores trabajando a un ritmo constante. Desde lejos, parece productividad.
Pero aquí está el problema: la actividad no siempre es producción.

Esa es una de las lecciones más importantes que aprendí al comenzar a implementar la metodología Lean Construction. Al principio de mi carrera, creía que mi trabajo consistía en presionar a los equipos para que trabajaran más rápido. Recorría la obra, anotaba sus errores y les decía cómo "trabajar de forma más inteligente". ¿El resultado? Temían verme llegar. No generaba confianza, la erosionaba.
Todo cambió cuando me detuve lo suficiente como para estudiar el trabajo a nivel de manos y ojos . Ahí es donde se esconden las verdaderas oportunidades de mejora, no solo en el cronograma o la logística, sino en la forma en que cada hombre y mujer realiza sus tareas.
El nivel “micro” de Lean
Los defensores de Lean conocen bien las grandes herramientas: planificación pull , sistema Last Planner , planes de trabajo semanales , mapas de flujo de valor. Son herramientas potentes, pero pueden impedirnos ver los detalles más pequeños, que a menudo tienen un mayor impacto.
Tomemos como ejemplo a Odie, una chapista a la que estudié en un proyecto. Su tarea era sencilla: cortar flejes y varillas roscadas. Nada sofisticado. Sin maquinaria cara. Solo un trabajo constante y repetitivo.
Desde la perspectiva de un gerente, Odie tenía un buen desempeño. Trabajaba con constancia, no perdía el tiempo y entregaba lo que se le pedía. Pero cuando analizamos su proceso paso a paso, el desperdicio oculto se hizo evidente:
Cortar tres correas y luego dejarlas caer al suelo.
Iba y venía entre su carrito y su puesto de trabajo.
Inclinándose repetidamente para recoger los trozos cortados.
Escondiendo los recortes bajo el brazo mientras hacía malabares con el material.
Individualmente, cada movimiento parecía inofensivo. En conjunto, sumaban cientos de pasos en vano, esfuerzo innecesario y un verdadero desgaste para su cuerpo.
Y aquí viene lo peor: esas “pequeñas” ineficiencias le estaban costando al proyecto minutos por ciclo, multiplicados por cientos de repeticiones, multiplicados por múltiples cuadrillas.
Los segundos se convierten en horas.
Cuando presenté mis observaciones, un superintendente las desestimó: “Jesse, estás hablando de un minuto y 23 segundos. ¿A quién le importa?”.
He aquí por qué es importante:
Un ciclo ahorró 83 segundos.
Odie realizaba ese ciclo docenas de veces al día.
El proyecto constaba de cuatro plantas que realizaban el mismo trabajo.
Lo que parecía “solo un minuto” se convirtió en horas de trabajo y miles de dólares a lo largo del proyecto.
Quienes practican Lean ya conocen el principio: pequeñas mejoras multiplicadas en tareas de alta frecuencia equivalen a grandes beneficios. Pero el verdadero avance no reside solo en las matemáticas, sino también en el factor humano.
El lado humano de la mejora
Cuando rediseñamos el espacio de trabajo de Odie —una mesa con un soporte para correas, una regla para medir y brazos para guardar hilo multiusos— no solo produjo más. Sonrió. Me dijo: «Me alegra que alguien me haya escuchado. Puedo hacer más, y además me resulta más fácil».
Ese es el aspecto que muchos líderes pasan por alto. La mejora no consiste en exprimir más rendimiento de cuerpos cansados. Se trata de mostrar respeto eliminando las partes del trabajo que consumen la energía y la vitalidad: agacharse, girar, trabajar por encima de la cabeza y realizar movimientos incómodos que agotan a las personas.
Ese cambio es importante. Cuando los equipos ven que los líderes invierten en facilitarles el trabajo, no solo en hacerlo más rápido, la confianza crece. El compromiso crece. La retención de personal crece.
Seamos honestos: en el mercado laboral actual, nuestros empleados tienen opciones. Las empresas que logran atraer y retener talento son aquellas cuyos supervisores y gerentes de proyecto demuestran constantemente preocupación por sus empleados.
Por qué funciona una perspectiva Lean centrada en las personas
Piensa en tu propio cuerpo. Deja caer las llaves al suelo. A los 25 años, no hay problema. A los 55, aguantas la respiración, te agarras la rodilla y haces un esfuerzo sobrehumano para recogerlas. Multiplica eso por miles de movimientos repetitivos a lo largo de 20 años de carrera profesional, y tendrás rodillas destrozadas, hombros lesionados y una vida laboral más corta.
Ahora aplica esa perspectiva a tus equipos:
Cada vez que trabajan por encima de la cabeza, se les resienten los hombros.
Cada vez que se arrodillan, se les va desgastando las rodillas.
Cada vez que recorren distancias innecesarias, consumen energía que podrían utilizar para trabajos de mayor valor añadido.

Al centrarse en estos detalles "nano", no solo se busca aumentar la productividad, sino también mejorar la longevidad. Se les da a las personas la oportunidad de llegar a casa con suficiente energía para jugar con sus hijos o ayudar con la cena, en lugar de desplomarse en el sillón reclinable.
Eso fue lo que me dijo Rubén, un electricista veterano, después de que le hiciéramos algunas mejoras sencillas en su trabajo al final de su carrera.
Me comentó: «Anoche fue la primera noche que llegué a casa y no me desmayé en la silla. Jugué con mis nietos. Si hubiera estado haciendo este trabajo toda mi vida, me quedarían diez años más».
Ese tipo de lealtad no se puede comprar. Solo se puede ganar.
Pasos prácticos para detectar oportunidades ocultas
¿Listo para probarlo en tu sitio web? Aquí tienes un ejercicio sencillo:
Pide permiso. Dile a un miembro del equipo que te gustaría estudiar su trabajo para poder ayudarle a mejorarlo. Haz hincapié en que no estás allí para juzgar.
Observa con atención. Dedica entre 5 y 10 minutos a observar a una persona. Anota cada paso con tus propias palabras.
Busque señales de esfuerzo excesivo. Resalte los pasos que impliquen doblarse, girar, cargar o repetir movimientos incómodos.
Intercambia ideas con ellos. Pregúntales: "¿Si pudiéramos simplificar esto, qué nos ayudaría?"
Actúa de inmediato. Aunque sea tan sencillo como acercar un cubo de basura, haz algo ya. Los pequeños logros demuestran que vas en serio.
Esa es la filosofía Lean en su máxima expresión: no un póster en la pared, sino un superintendente o jefe de proyecto codo a codo con su equipo, facilitando el trabajo en tiempo real.
Una ventaja competitiva en la retención
Los líderes de la construcción en todo el mundo se enfrentan a una escasez de mano de obra. Los proyectos se adjudican más rápido de lo que se pueden cubrir las cuadrillas. Cada capataz que se pierde, cada oficial agotado, cada aprendiz que decide que "esto no vale la pena" supone un duro golpe.
Si quieres atraer y retener talento, empieza por demostrar —no solo decir— que valoras a las personas que realizan el trabajo. Esto implica hacer que su trabajo sea menos agotador físicamente, más eficiente y más digno.
Lean nos proporciona las herramientas. El liderazgo centrado en las personas nos aporta la pasión. Juntos, crean proyectos donde la producción aumenta y la rotación de personal disminuye.
Cierre
Entonces, ¿dónde se esconden realmente las oportunidades de mejora? No en otra hoja de cálculo. No en otra reunión. Se esconden en los pequeños gestos cotidianos de los hombres y mujeres que trabajan en tu obra.
Los líderes que se dan cuenta —y actúan— son los que triunfan tanto en resultados como en el trato con las personas.
Si desea obtener más información sobre cómo identificar y aprovechar estas oportunidades ocultas, únase a nosotros en la próxima Micro Dosis de SQI . Se trata de una introducción práctica y centrada en las personas a la Mejora del Capital Humano a través del Esfuerzo, diseñada para líderes de la construcción que desean lograr mejores proyectos mediante el desarrollo de su personal.
Esto es todo por esta primera entrada de mi serie SQI. Volveré el mes que viene con la segunda entrega.
ACERCA DEL AUTOR.

La trayectoria profesional de Jesse abarca desde la nivelación de zanjas hasta el asesoramiento a ejecutivos. En este camino, aprendió que nos parecemos más de lo que nos diferenciamos. Aprovecha esta experiencia para ayudar a las empresas constructoras a aumentar la productividad tanto en obra como en oficina. Al frente de Depth Builder, prioriza a las personas y defiende su mensaje de contribución, responsabilidad y vulnerabilidad.
TRANSCRIPCIÓN: Areli Álvarez Lean Construction México®












